La industria cosmética es un ejemplo positivo del papel que puede desempeñar el I+D+i para la sociedad de hoy. El sector ha reformulado 1 de cada 3 productos en los últimos 2 años para hacerlos más eficaces, seguros y sostenibles. Este grado de innovación y desarrollo solo es posible contando con un respaldo científico.
Con el objetivo de innovar para el bienestar de las personas, las empresas del sector invierten, sobre todo, en el desarrollo de nuevos ingredientes y en la creación de nuevas fórmulas. También apuestan por aumentar la eficacia de los productos a través de la mejora de la usabilidad del diseño a través de: nuevas formas de aplicación, con nuevos envases más fáciles de usar y productos de uso rápido.